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miércoles, 15 de septiembre de 2010

valentina.

Haciéndole honor a mi nombre, como un acto de valentía, me despido de mi blog, de los lectores activos y pasivos.
Ya no escribo (en este medio), por lo tanto, esto se ha terminado!

El proceso ha llegado a su fin.
Muack!

domingo, 6 de junio de 2010

la palabra


no puedo ofrecerles nada más
sólo tengo la palabra
con su restricción, su pobreza

establezco una lucha
y es imposible deshacerse de ella
nada es pensable
fuera de su marco

se cree déspota, efectiva
y sin embargo
me deja siempre medio respirando
medio muriendo

no poder ser fuera de ella
tener que resignarse a su dictadura

domingo, 16 de mayo de 2010

you know,


si pudiera decirte algo
asegurarte algo
cualquier cosa
de cualquier manera

simplemente aclararte
cuanto te he amado
escondida
defendida
oculta

sólo verte
mirarte
presentirte
un segundo, por dos segundos
y me vuelvo débil
sin cuerpo
con temblores

lo quisiera
a ti
sin ella
sin nada de ella
pero nada
que te la recuerde
que te la haga real

sólo yo
para ti
tú para mi
sólo nosotros
y el silencio
el silencio de una certeza
inexplicable.

sábado, 10 de abril de 2010

se viene nuevo blog.

jueves, 1 de abril de 2010


saberme cayendo,
sin soporte
tanteando el aire
tan oscuro
tan callado

he oído
un desgarro
un crujido
un quiebre

siento
un desgarro
un crujido
un quiebre

me duelen tus huesos
tu risa
tu palabra
nuestros fragmentos

sin embargo
ya dejarán de hacerlo
ya dejarán de hacerlo

sábado, 27 de marzo de 2010

.


algo ha crujido
sutilmente
en medio del silencio

jueves, 11 de marzo de 2010

a veces vibro y pienso en tí.
no recuerdo tu rostro ni tus palabras.
es sólo un pensar sensacional. me refiero a sensaciones.

a veces confundo la b corta de la v larga. creía que se pronunciaban igual.
pero hay una sutil diferencia entre ellas, imperceptible para el lenguaje hablado.

pienso en tu nombre. eres de aquellos que llevan un estigma que no les pertenece.
¿te haz fijado que de vez en cuando conocemos gente a la cual el nombre no le queda?
se llaman de una forma pero deberían llamarse de otra. Romina tiene cara de Mahdalena. Dolores debiera llamarse Valentina.
Pero ahí está Romina, ahí está Dolores.
Y a Valentina le gustaría llamarse Dolores.
No es que sufra tanto. Que más da, no seas idiota. Los nombres no llevan consigo un significado. Yo hablo simplemente de sensaciones. Imperceptibles cuando se vive de tanta estupidez, de tanta rapidez.
Eso.
( y sólo decirte, a veces vibro y pienso en tí).

jueves, 28 de enero de 2010

fragmentosdesesperadosdeayer

mas que decir
cuando no hay palabras
que nombren
que lubriquen esta pena
que me expelan
de este despertar repetitivo
de este imposible
de esta náusea.




soportar
aceptar
seguir sin ti
apareciste cuando no lo dije
no lo esperamos
y ahí estamos
y hoy no estamos



cuando no hay tiempo de unir, de entender
cuando lo que se ve no son sino fragmentos dolientes
cuando los otros hieren en su habla
cuando tu no estás
y simplemente no estás
concretamente
no estás



cuando la vida se hace tira.
ni siquiera es que se tuersa
o que se revolque
sino que se rompe
se quiebra
se cae
cae
ca
e
e

domingo, 15 de noviembre de 2009

algodón


que el algodón deje de ser una materia noble, contendedora, alusiva a la infancia y la suavidad y sea un elemento informe, que no se decide, que cede, que anestesia lo que no debe dejar de observarse.

sábado, 10 de octubre de 2009

después

Sólo cuando caía me daba cuenta de no estar siendo. Antes de tropezarme creí ser dentro de algo. No sé cuánto puedo dar de mí sin antes soltar unas lágrimas cansadas. Cuanto antes empañe los vidrios, más temprano podré salir de ahí. Yo no quiero cuerpos. No puedo con ellos. Hoy sólo existen los espacios. Los espacios me existen. Me son, les soy. Ángulos, curvas o geometría. Las ventanas y las esquinas me asombran más que las personas. ¿Será que no puedo con su locura o la mía habrá entrado al plano de lo abstracto? ¿O es que hablo como ellos, con palabras resonantes y esculpidas pero vacías, carentes?
¿Es que alguna palabra dice algo? Si quisiera decir, ¿podría llegar a hacerlo? Sé que tengo influencias. ¿Es que hay algo que me pertenezca o soy un pegoteo de otros? Me pregunto si alguna palabra me pertenece, si algo de lo que digo viene de mí. Pero es que nadie tiene un mí. Nadie contiene dentro de sí ese nudo tibio y blando para guarecerse. Sin embargo, otros cuentan con pegotes más seguros. Yo me adhiero y me despego continuamente. Soy y dejo de ser. Creo algo y lo descreo simultáneamente. Entonces como ir allá, como caminar con alguna certeza de lo que seré mañana, de lo que querré, de lo que responderé.
Tal vez sólo puedo pensar en negativos. Sé lo que no quiero. Y continúo con la misma idea adolescente. Detesto el terreno plano. Una vida vacía y congraciada. Una cabeza que asiente, que dice sí, yo también. No quiero el estoy de acuerdo, me rehúso al así tiene que ser. Y no es sólo oposicionismo. Es conciencia de castración. De que no vine a rechazarme, a mimetizarme con la media. Si sólo dejara mi miedo a ser extranjera. El pavor a la diferencia es mi punto álgido. Y siento vértigo al nombrarla. La diferencia, lo que me separa del resto, mi palabra dura y fría, mi opinión discordante y mi movimiento torpe. No soy como ustedes y aparento serlo. Por qué. Que cambió, que parte de mi historia se esfumó que de pronto cedí ante los otros. Cedí y la vergüenza advino en toda su presencia silenciosa. Porque la vergüenza no habla y cuando lo hace miente, miente y es caradura. Parece ser siempre lo que no es. Siente una cosa y se desdice callando otra. Siempre vela algo de lo que teme mostrar. ¿Miedo a quién? ¿A la palabra de quién? ¿A la risa de quién?
La reacción del otro. El puto otro que en realidad es un Otro grande y anónimo. Anónimo en tanto no es un individuo, no es nadie singular al que yo tema, una persona con nombre propio. Es el Otro, el Otro... la alteridad absoluta a la que temo: el mundo con su gente y sus palabras, sus humanos que se lavan los dientes y se acuestan opinando y opinándose. Algunos más estúpidos que otros, algunos más animales.

Definitivamente la pre-existencia de dios sería un absurdo, un completo chascarro. Que me perdone su compasión si yo muero y él me apunta, pero no puedo creerle, no quiero. No puedo suponerlo. Todo se desvanece cuando parecía solidificarse. Todo parece ficticio e ilusorio a la luz de una lejanía. Qué más da si todo es un chiste gastado por nadie. Un abrir y cerrar con un largo intermedio de bla bla bla. Y después la muerte y ya está. Podredumbre, gusanos y restos de piel, cabello que sigue creciendo y parientes que nos lloran por mucho o poco tiempo.
Y aunque así fuera, aunque realmente no sucediera nada, entonces igual importaría la enfermedad. Porque nadie quiere vivir limitado, doliente, sangrante. Le tememos al senil prematuro que todos podríamos engendrar… aunque sin embargo… estamos enteros rasguñados pero no cambiaríamos a nuestro gato ni por nada.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ah, sí. Más años sumergidos ideológicamente, te hacen más estúpido, las conversaciones son más chatas, los juegos son más aburridos, los dibujos son más asquerosos. Pónganse a dibujar: nos suicidamos. Hagan dibujos y después los comparamos con dibujos de los niños, van a ver. Salvo que alguno sepa dibujar, no creo que sea el caso.
Sí, claro, es mucho más divertido con los chicos. Nosotros somos mucho más estúpidos. También, hay que estar cuarenta años todo el día comprendiendo y evolucionando. Después sos un nabo, que no se puede creer.

martes, 15 de septiembre de 2009

gocedeluno

quise fotografiar el olor, esa envoltura. simplemente no se podía. no bastaba con enfocar los ingredientes, los colores de las verduras, la salsa que se freía gorgorente sobre el fuego que expelía eso que mi olfato disfrutaba y lo embriagaba.

Pensé: déjalo ir, hay cosas que simplemente no se conservan.

lunes, 10 de agosto de 2009

nadadenadadenada (y no como respuesta a un favor que hice)


¿Cómo es posible no poder escribir al menos una frase en semanas?
Es como si esperara la iluminación divina (que vendría siendo lo mismo que esperar la nada).
Pero es que no he podido. Lo que he escrito es mierda, más precisamente "textos incómodos" (¿Es que la mierda me incomoda?). La palabra que no calza, el adjetivo que perturba, la frase que nos avergüenza por su torpeza, el contenido patético e incluso pedante. Y claro, uno tiene su cuota de narcisismo (que varía sorprendentemente entre individuos) y no quiere subir palabrasdesastre que podrían ser leídas por otros.... ¿otros? Sí, Otros, otros, autre, Autre...
Sin embargo, hay algo claro: Querer escribir y no lograrlo es insoportable y difícil de explicárselo-a uno mismo- ¿Qué cambia (o permanece demasiado) entre un mes productivo y un mes completamente vacío? Carezco de motivos. (“productivo”… que palabra tan sesgada y sujeta al propio concepto de “utilidad”)
Quizás mi fascinación por la fotografía deja en desmedro mi escritura, quizás estar todos los días trabajando en un psiquiátrico me ha desdibujado la turbulencia creativa.
¿Pero no debiera ser al revés?... Las fotos como imágenes pregnantes, "imágenes prenda" como yo les llamo. Ese ángulo, ese objeto, esa luz que te hace decir. La foto, ese mensaje posible que pone en primer plano la ficción como verdad; que no tiene función sino destino: la palabra. La fotografía, tal como dice Giner, es escritura de tiempo, de un tiempo que es momento, lapso, instante de un tiempo que no es cualquiera porque se recorta, eterno, en un siempre ahora. (En otras palabras: ¿Cómo es que la muerte no me impulsa un texto?)
Si yo también soy espectadora de mis propias fotos y si es que es el objeto de arte el que interpreta al espectador al funcionar como objeto que causa su deseo porque captura su mirada pero sobretodo porque lo hace hablar ¿Entonces? Pero no, no escribo.
Y ahora el psiquiátrico... con tanto loco y su maravilloso lenguaje disgregado, con la esquizofrenia y su forma incomprensible (desde uno) de ver el mundo, con su falta de piel que o los hace sentirse perseguidos o por el contrario, grandiosos, profetas, héroes. Su falta de inscripción en el lenguaje, sus metáforas delirantes...
¿Es que todos ellos no debieran producir en mí un bombazo de escritura?
No, no lo está haciendo... habrá que buscar por otros lados más cercanos a "este lado" y dejar de imputarle la responsabilidad a aquello que "supuestamente debiera hacerme escribir"... buscaré de este lado entonces, allá voy (allá vamos, todas mis yo).




(¡Ocurrencia de último minuto!: Tal vez todas mis yo están extremadamente distanciadas, lejanas, imposibles de rozarse… ¿reunirlas unos momentos y escribir?)
Pd: ¿Y ahora como las reúno? Uf, prefería la anterior tarea.

viernes, 3 de julio de 2009

rugido


Insistencia muda o pulsionar incesante ¿No es lo mismo?
Quiero que me digas cuánto nos quisimos, por momentos soy demasiado ociosa y te pregunto cuánto me amaste. Sé que hoy no puedo decidirme, sé que hoy fallo ante tu ruego. Creo que podré amarte cuando tenga tiempo. Sin embargo no me esperes, a veces las horas son demasiado lentas como para abrigar la tregua. Mañana iré a su casa y dejaré casualmente un cigarrillo encendido. No creas, no me creas si te digo que fue una contingencia. Querré dejar todo recuerdo abolido por una llama. Pero tampoco confíes en que lo haré, ya sabes que de día soy menos tendenciosa, logro guardar un secreto sólo por algunas horas. Luego repito e insisto. No me pidas lo que puedo darte, no me mires al lugar donde no puedo verte, el complemento no nos alcanza.
Besabas a otra cuando te dije “Sí. Esta vez lo haré”. Crees amarla, pero aparezco en tu fantasma. No trates de zurcir la herida, la cicatriz es irreductible. El amor no se despedaza por unos cuantos garabatos. ¿Te parezco difusa, entrecortada? Lo sé. Te molesta mi falta, mi no cuajar aunque alcance la temperatura. Pero insisto, no tengo la solución.
No la tiene él, no la tienes tú, no la tendré yo. Quisiera dedicarte una canción, sin embargo no doy con ella, las letras han sido interdictas, suprimidas por una prohibición. Es que no me canso, de aquí te miro, puto mundo. Pero pertenecemos al inagotable imaginario, y desde ahí estás enamorado. ¿Cómo quebrarte, como pedirte que te salgas, que te apartes, que la dejes?
Me iré cuanto antes. Sé que no te anudas al deseo, se qué prefieres su tibieza y yo soy tan repetitiva (y eso no cesará).
Repito porque no alcanzo, porque la palabra no viene a mí cuando la solicito, porque mi deseo no se corresponde con mi queja. Y la teoría me sabe a caca, aunque la anuncie, aunque me la prometa.
No sé si intensidad será la palabra. ¿Cuándo llega la palabra? Seguramente existe, pero no alcanzo a oírla. Tal vez ya ni recuerdes los poemas, Neruda parece muerto, pero palpita, al menos a mí me lo traen las olas, cuando estoy sola y pienso en ellas, en su mareo incesante, en su vaivén letal. Quisiera poder moverme, alzarme y gritarte. Desde lo alto tenerte. Pero te retrocedes, te agitas contra ella, la muy parecida, la muy igual. Pero te repito, no me creas. Tal vez algún día la odies y yo ya no te ame. Soy así, tediosa, me imbrinco en un imposible, en un real sin medida ni sentido. Para mañana un adiós. Cuando me traes yo ya no espero, solo quiero reproducir tu voz, no soporto la traducción de canciones, me resultan tan viscosas, tan pegoteadas en su sonido ácido. Hay un grupo de música, así se llama: Sonido ácido. ¿Te has puesto a pensar en lo que puede ser un sonido ácido? ¿Es lo mismo que un ácido sonido? ¿Puede dibujarse un sonido? Yo aún no lo pienso. Lo pensaré mientras tanto, si se dan las cosas, claro. Si das con la respuesta antes que yo, no dudes en llamarme. Mi número es xxxxxxx, antepón el 09. Es un celular.

sábado, 20 de junio de 2009



en ese éxtasis
soy tu dicha
pero luego llueve y llueve tan fuerte
y la pintura se me corre, un río negro se me esparce

........

Mi gloria no es más que el festejo de un momento
papel protagónico
al soplar las velas
y luego?
el gran apagón. sólo puedo brillar un momento antes
de la muerte

........

ni mi rostro perdurará. ¿ya lo pensaste?
yo misma me desvanezco en cada palabra
la que digo y la que dices
se solidifican para luego liquidarse
somos pollos congelados
hielos
fuera de temperatura,
embutidos

lunes, 15 de junio de 2009

todapalabraesparalítica




Pero finalmente tu cargas con tu pasado; que sólo se explica desde tu memoria, que no tiene nada que ver con la de tu madre. Pero creemos, necesariamente creemos en ese punto de comunión, en ese instante de intersección en donde yo y tu y ella y el resto nos enlazamos, nos mimetizamos y que alivio, estamos hablando de lo mismo, compartimos una historia, pertenecemos todos a un mismo encuentro.

Y yo te digo te amo y tú me amas de vuelta con la misma grandeza, con la misma intensidad. Y sin embargo tu grandeza abre un abismo con la mía, la que yo te doy, y no sabes por qué me amas pero sin duda lo haces y yo te amo sin comprenderlo pero ciertamente te amo, y así nos co-respondemos.

Mas nuestro amor no se toca, no se une en ni un nudo ni en desnudos, en ni una palabra más que en la que se lanza con la ilusión de lograrlo, y nos adormece y así, tibios, nos acomodamos: “nos amamos tanto y tan similarmente”.

Y tu te amo carga tanta urgencia, compensa tanta ausencia y el mío arranca tomando fuerza desde la locura, la impulsividad y el frenesí de no saber qué hago ni por qué motivos.

Pero estamos juntos y asombrosamente felices; hasta que dejamos de estarlo, y retrospectivamente comienza el en realidad nunca te quise demasiado, el siempre fuimos tan incompatibles.

Y yo me he enamorado nuevamente y la ilusión florece como la primera, como la que sentí contigo pero he olvidado, entonces nunca antes sentí esto, y vamos, una carrera, te amo, me amas, nos amamos y cuánto lo disfrutamos.

domingo, 7 de junio de 2009

otracosa

¿No le ha ocurrido a usted ponerse a mirar un semblante ya conocido, clasificado, rotulado, y encontrar de pronto que es distinto, que es otra cosa, que repentinamente se intuye y se descubre? Es una experiencia aleccionante, se lo aseguro; puede repetirse con cualquier cosa, hasta con una palabra; me pasa a mi repetir diez, quince veces una palabra común y repentinamente darme cuenta de lo distinta que es al sonido y a la imagen que habitualmente tengo de ella…
(Julio Cortazar; en Cartas 1937-63 Tomo I)

viernes, 5 de junio de 2009

y existen



Hay también una dimensión en las que no piensan ustedes lo suficiente, estoy convencido de ello, porque viven ahí como en el aire que respiran desde que nacieron, y se llama aburrimiento. Tal vez nunca han pensado hasta qué punto el aburrimiento es típicamente una dimensión de la Otra cosa, que incluso se llega a formular así de la forma más clara -quisiéramos Otra cosa. Estamos dispuestos a comer mierda, pero no siempre la misma.
J. Lacan. Seminario V

sábado, 23 de mayo de 2009

quépodríadecirte

quemas aquí.
en este lugar impreciso
se horadan las palabras
se atraviezan
desaparecen

yo ya no juego
esparzo, sólo disuelvo
y

qué haces tú.

jueves, 14 de mayo de 2009

trátate



Necesito hablar con Ella y no está.
Y no se trata de presencia. Ella aparece. La veo.
Sin embargo me olvida, me nubla con su palabra atenuante.
es que no sabe que de vez en cuando no quiero que me aminoren.
de vez en cuando deseo"quegraveestoquemedices"

Lloro más y con más rabia cuando me pide que me calme
"que no es para tanto" (que ya pasará, que soy fuerte, que exagero)
Y si exagero? Sí, tal vez exagere.
La mayor parte de las veces lo hago.

Pero hoy
hoy necesitaba hablarle y ser hablada por Ella.
Le demandaba un silencio, una negación, un no
Recibí un guante, un térmico, un sí.

jueves, 7 de mayo de 2009

nomás


No quiero besarte largo
no te quiero neutro
no quiero ser la que te emplume

tu pérdida de placenta
no la desprenderá mi útero
no pertenezco a tu revolución.

martes, 14 de abril de 2009

moríame.




Un rumor deja ver sus uñas, pareciera que juega conmigo. Desaparece justo cuando intento asirlo, explicármelo. Mi biografía permanece pero late sin continuidad, todo parece ser un montaje. Chispas de recuerdos, de omisiones, de fractura y olvido.

La memoria; ¿Cómo retenerla? Se miente a sí misma, le miente al resto, inventa tanto. Yo creo creerle. Sin embargo hay un lugar que me dice noesverdad, me dice los vacíos se llenan con literatura, los paréntesis se construyen con ficción.

Las frases retornan, arrojos de palabras regresan pendulantes, dando ruido a aquel lugar que creí templado, libre de toda duda.

martes, 31 de marzo de 2009

no depende de mí.



Luchar contra el propio olvido; anestesiarme con palabras que apacigüen, que almohaden esta reivindicación, esta pelea contra la desmemoria.
Mi pasado tiende a huir. Los antiguos cuerpos retornar sólo en sueños. Sólo sé que existen por su aparición en esta otra lógica, allí donde somos otros, recostados, ausentes y abandonados.

Vivo de los lugares, las coordenadas espaciales. Conservo tan sólo las disposiciones, el orden de los elementos, su atmósfera. Las escaleras, las esquinas, los baños. Yo situada en ellos, con ellos. Nunca fuera, nunca espectadora. Los espacios me comen, les pertenezco. No retengo contenidos, las películas se me olvidan, se desvanece el nombre de los libros, su desenlace. Preservo los ejes, el escenario; el piso en Paris de Horacio Oliveira, la cama desordenada y repleta de discos de la Maga, el hueco donde Sergio Prim anhelaba refugiarse, el campo llano y trabajado de Hermelinda en “La manzana en la oscuridad ,las calles de Unamuno que recorría Don Augusto Pérez persiguiendo a la mujer, el escritorio desolado y pálido donde Pizarnik planeaba su suicidio, el convento oscuro de la Duda, el club de tenis donde Rimini era acosado por una mujer madura y deseosa, el circo colorido donde guillotinan a Rudecino Malleco en Juan Emar, el mundo mítico y colorido de Charlie y la fábrica de chocolates, el patético escenario que construyó Tony Manero, el tren al cuál le ladraba el perro de las trillizas de Belleville,la roca donde a la Mariscadora se le atasca la mano y el sol tenue y cruel que acompaña su muerte, la cárcel de Puig en El beso de la mujer araña, el árbol de Paul Vallery, la casa de Nietzsche en la cima del cerro, el hotel de Acapulco donde se quedan B y el padre de B en Bolaño, las calles de Londres recorridas por el personaje de Coetzee y su desconcierto.

Pero no me exijan contenidos, no me pidan cronología de historias, biografías, hechos. A lo sumo puedo establecer temáticas globales, sensaciones o flujos que se adosan a la realidad del relato pero que sin embargo no pertenecen a él. Preservo el estado interior, la huella que sopló en mí. Cierva de percepciones superficiales, del rastro que deja el lenguaje, de los espacios físicos donde se desenvuelven los sujetos, o yo.

Puedo olvidar tu historia. Perdóname si nada es lo que recuerdo, si olvido tu mortal historia. Sólo retengo el territorio, la curva de la escalera, desde dónde te miró, donde se encontraron, la gente que pasaba impávida por tu lado. Sin embargo, tampoco esto será fiel. También esto estará teñido por mi fantasía. Relleno todo espacio en blanco, agrego todo lo que faltó en tu discurso. Lo coloreo, lo asciendo, tapo de techo lo que tal vez sucedió al aire libre.

lunes, 30 de marzo de 2009

.



mi libertad reside mucho más en lo que escondo que en la posibilidad de actuar de un modo u otro frente a la mirada luminosa de los demás.

miércoles, 11 de marzo de 2009

señal



No podría volver a decirte lo de aquella noche. Sólo un balbuceo bastaría para quedar derramada dentro tuyo, ajena a toda hora, a todo calendario. Pero no me lo pidas, ya sabes que el comienzo no retorna, yo no recibo el amor en cuotas. Todo late y cae, como la pintura derramándose en la esquina, insidiosa, imposible de volver a compactarse, rehacerse.
Desaparecemos, nos ensimismamos, nos adormecemos en una confusión sin transacciones; se me olvidan tus partes, tus sombras, mis movimientos. Esta carrera no se detiene, no da tregua y aquí vamos; se inicia con la pluma y mi piel ya se contrae, reacciona. Tú haz cerrado los ojos, he crispado la superficie, la delgada línea que nos alejaba, ya te adentras y somos como dos deshidratados, dos sedientos indigentes en una lucha sin paraísos, sin contrarios ni compartimentos. Vas zurciendo estas piernas rotas de espera, de falsa tregua, de distancia obligada. El desvanecimiento es inaplazable, tus dedos trenzados y este charco de recuerdos que se envuelven furtivos, inapelables.
La historia tropieza en los sonidos, en tu jadeo, en mi cansancio impulsivo. El pasado es una manta envolvente, las uñas hieren la caída y arremetes con tu arrebato, tu desasosiego y a mí se me cae una lágrima que secas con tus codos; y la velocidad aumenta y casi gritamos los dos, demasiado fuerte, parece que lloramos, que nos vamos, que llegamos y caemos, que es imposible detener este abismo, este atajo que no hemos decidido tomar, esta condición predestinada, inefable; de recordarnos tanto, de retornarnos, de retrocedernos. Y ahora tú, gran lengua que se asoma, que se esparce, lamido único. Con mis manos despejo el estorbo, alivio la carga y aquí vamos, rodeados de nada, con la prisa sin espera, con demora sin atraso, con ritmo sin pausa ni lenguaje. Parecemos lastimados, sacados del tiempo, difuminados los rostros, desterrado el encierro, las líneas, las articulaciones.
Tan solo un casi; y ahora sucede, esta muerte minúscula, este paréntesis de vida, este estarse fuera de toda tierra, de toda raíz, de todo mundo posible. Y sucede, la caída es absoluta y de pronto el aire, la sábana, el sudor. Mi pie izquierdo late, sólo tu sabes que eso pasa cuando la realidad se instala nuevamente.

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