
Tu discurso deviene un cuento añejo, política de otro, sentencia replicada.
Tus pasos de retorno ingenuo se hacen cada vez más burlescos y falsos; incluso la madera de la casa cruje como rodillas al oír tu llegada. Por momentos siento que se prepara para salir corriendo, flectando sus muros podridos, y me deja sola contigo, enfrentada a tus ojos y a decirte esto que pesa aún más que tu cuerpo sobre el mío.
Saca tus manos, tus huesos turnios de discreción. No me toques, no puedo sentir tus dedos ácidos en el vestido amargo que me regalaste.
Tu palabra es ficción cotidiana y tu cuerpo una mentira aún no dicha que triunfa cavando tumbas en mi propio cementerio reflejando en mi rostro su epitafio vacío…sí, por que fallezco lentamente y desvanezco en estos pisos pulidos de hipocresía; donde alguna vez (y en un tiempo que parece hoy irreal) derramé todos mis deseos, como bolitas cromadas que de pronto caían de su recipiente sobre él, devorando con su brillo cada rincón de la casa para entregármelo con un vuelco.
Recuerdo esa imagen y hoy solo puedo ver esparcidos mis últimos atisbos de calor en el orificio de la puerta de salida, por el que miras al vecino creyendo que yo duermo, lo miras y te castigas luego henchido de culpas.
No me mires.
Tus ojos hace tiempo dejaron de reflejarme y su color se vuelve similar a la sensación de un aleteo nocturno de un espantoso cuervo que con su fuerza me deja ciega.
No me mires que no te creo, no intentes que vuelva a jugar el papel de la que calza en tu deseo, por que contigo nada encaja, tú nunca encajaste ni contigo mismo.
No me hables, deja de repetir lo mismo. De pronto funcionas como el editor de todo lo mío, me dejas una pana eterna., mientras tus frases de amanecida golpean mis piernas como grúas demoledoras de calma.
No me hables.
Oigo crujir las maderas; la casa corre… en espirales pienso en rodar junto a él por la escalera de caracol hacia el primer piso:
No me hables amor, hoy mismo me voy con el vecino.
2 comentarios:
Esta bueno, entre- tenido de leer...esta bien choro....foquero ..jeje...hay una ira colmada de sarcasmo...se lee con una mueca...como una satira de la des.gracia.
Hay unos pasajes que están de calambre:
Tus pasos de retorno ingenuo
se hacen cada vez más burlescos
y falsos; incluso la madera de la casa cruje como rodillas al oír tu llegada. Por momentos siento que se prepara para salir corriendo, flectando sus muros podridos.
( esta es un foca genialmente despiadada...elegante, debiera ser entregada en un sobre).
Saca tus manos, tus huesos turnios de discreción. (jajaja ...cruel)
derramé todos mis deseos, como bolitas cromadas que de pronto caían de su recipiente sobre él, devorando con su brillo cada rincón de la casa para entregármelo con un vuelco.
( una imagen la raja)
Oigo crujir las maderas; la casa corre.. ( me gusta la metafora de la casa).
No me hables amor, hoy mismo me voy con el vecino ( juajaja ... un hit).
Coincido con "laviceversa" en el fragmento de los deseos y las bolitas cromadas...wowww!
Después:
"Tus ojos hace tiempo dejaron de reflejarme y su color se vuelve similar a la sensación de un aleteo nocturno de un espantoso cuervo"
tétrico..buenisima imagen!
Me gusta esta apuesta.. te fluye y te queda bien.
Además me rei con el final y tuve que leerlo todo otra vez para devorarlo y gozarlo aún más.
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