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miércoles, 19 de marzo de 2008

eramía



Un pequeño malabarista juega con sus objetos en la esquina de mi pieza –ese rincón tan inhóspito y silencioso que sobrevive a todas mis muertes- juega y se divierte, minúsculo me deslumbra con sus piruetas sin querer impresionarme, parece no advertir la presencia de mis ojos inquisitivos, sugerentes.

Cada rombo que por un instante se suspende en el aire me parece infinito y desata en mi pecho un vértigo incómodo. (Me perturba).

Yo expectante, mientras él deslumbra con su acrobacia sin percibir mi alerta ¿Cómo es posible que el tamaño no ofrezca ningún tipo de garantía?

Lo miro desde aquí, violentada por su ser liliputiense que me hiere por lo impasible. En cada uno de sus brincos y vueltas majestuosas me hago más pequeña por dentro (como una insignificante oruga que se contrae al tacto suave de una yema)

Parece no percibir mi existencia y comienza en mí un lento rumor de odio por robar mi espacio, ese diminuto lugar de alfombra formado por el ángulo recto de mis dos esquinas que él ocupa como propias, magnánimo, dueño de sí.

Se mueve, impávido, y en sus gestos de mimo me sentencia a observarlo como en una cárcel, como el preso que no tiene más que el espacio vacío de las rejas para evadirse.

Hay un malabarista, microscópico, enano.

No supera sino por un poco a la polilla muerta que yace junto a él hace días aguardando un entierro decente que la absuelva de mi negligencia.

Él vive y yo no tengo consuelo, ha usurpado mi aire y se divierte como niño- pero tiene cara de anciano- sus brazos lúdicos y flexibles cortan el aire y de paso me hieren las palmas con su diplomacia. ¡Cada acto despreocupado de él repercute en mí como un desencadenamiento, una quebradura en cadena de cristales alineados, una caída de dominó interminable!

Hay un malabarista con zapatos de payaso en mi rincón; no supera los dos centímetros y yo jamás me había sentido tan diminuta; tan pequeña entre mis propios objetos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que delicia la de la propiedad en tu texto, me encanta leerte en primera-persona!!!

"¿Cómo es posible que el tamaño no ofrezca ningún tipo de garantía?"

Tremendisima!!!

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