
Contradicha, refutada.
Levantas las tapas y encuentras callejones húmedos con todos los restos que fueron quedando de lo que nunca pudiste decir cuando decías.
Resignando, tachando.
Encontrabas la fórmula sin fórmula de lo que no se puede recuperar en eso que imaginaste anoche.
Rasgada, recostada
Intentas crear todo lo que no se ha engendrado en los intervalos de silencio prometidos.
Vacía, rasguñada.
Masticabas con seguridad todo aquello que jamás tendrá nombre propio, adjetivo, ni sustantivo.
Chamuscada, consumida
Recitabas cada una de mis lágrimas saladas, las lavabas, las devolvías.
Y de pronto, tu inspiración, agrietando todos los pasajes resbalosos, volviéndolos tercos y antojadizos, como antes.
Seduciendo con tus afiladas manos de tempera azul, mojando todo con tu espesor de gran dios, de súper hombre. Y de una vez, mis manos vibran.
Se cubren mis poros de un gris poco humano, mientras intento recubrirme de delgados mantos transparentes, casi plásticos.
Protegerme.
Protegerme de tu violenta locura
De tu desdichado paraíso
De tu maldito goce
De tu grandioso ego.
Incrustaciones religiosas luchan por salir de este purgatorio
Mitad vida, mitad muerte
Solo intento reproducirme
Me multiplico para olvidarte
Para botarte
Para matarte, al menos.
1 comentario:
ahi vienes
"para matarte, al menos" ¿si no de que valdría todo esto? si no es para anclarnosalvarnosycorrer de todo esto?
y la foto excelente, muy "princesa-vampira"...
A.
Publicar un comentario